El Centro Nacional de Energías Renovables (CENER) participa, junto con otros cuatro centros tecnológicos europeos de primer orden, en un proyecto denominado “Night Wind” que permitirá aprovechar la energía eólica generada en las horas de menor consumo y almacenarla de forma virtual mediante la generación de frío. De esta manera, el frío generado durante la noche y en los momentos de baja demanda energética, permitirá reducir el consumo en las horas de mayor actividad industrial, permitiendo un considerable ahorro energético. El estudio, que concluirá dentro de dos años, trata de establecer un método de gestión para generar la mayor cantidad de frío reduciendo la temperatura de los bienes almacenados durante el horario nocturno, cuando la energía vale menos. El sistema deja de enfriarlas durante el día cuando el coste de la energía y la demanda energética son mayores. El efecto es doble. Por un lado se ahorra energía y por otro se consume cuando ésta es más barata. Junto con los profesionales del Departamento de Energía Eólica del CENER, participan en este estudio empresas privadas holandesas como la Asociación Holandesa de Acumuladores de Frío (NEKOVRI) algunas empresas vinculadas a esta asociación. Colaboran también en el proyecto representantes de otros tres centros tecnológicos de primer nivel europeo como son el holandés TNO, que lidera el proyecto; el danés RISOE y el búlgaro Technical University of Sofía. Todos ellos han mantenido una reunión de seguimiento en la sede de CENER en Sarriguren (Navarra) para la puesta en común de la marcha de sus respectivas investigaciones. Los beneficios de este estudio están dirigidos a los grandes consumidores de energía que pueden ser capaces de almacenarla de esta forma al mismo tiempo que de consumirla. Entre los principales beneficiarios destacan los puertos, aeropuertos y grandes superficies con capacidad para almacenar gran cantidad de alimentos refrigerados.